El pasado 11 de mayo tuve la oportunidad de acompañar una manifestación pequeña, escasamente ruidosa, más bien breve pero rica en sabiduría y resistencia. Se trataba de una marcha y meeting organizado por vecinos de las colonias Independencia, Tanques de Guadalupe y América 2, quienes al grito de “La Indepe no se vende, se ama y se defiende”, se declaran en resistencia ante lo que vislumbran como un inminente despojo: el proyecto de interconexión Vial entre los municipios de Monterrey y San Pedro, y la creación del distrito urbano “Nueva Independencia”.
Lo pequeño de la manifestación contrastó con el entusiasmo, la esperanza y sobre todo la claridad de la circunstancia que se vive: lejos de tratarse de un proyecto de múltiples beneficios para la ciudad (vialidades más fluidas, menos contaminación, modernidad y el tan manoseado progreso), la llamada Interconexión se trata del primer paso dentro de un proyecto más amplio de privatización, comercialización, emprendurismo y acumulación de riqueza. La consecuencia inmediata de dicho plan es el desplazamiento de algunos habitantes de las citadas colonias a quienes se les expropiarán (así se le llama a lo que muy frecuentemente no es otra cosa que un despojo) sus terrenos (el seudo dictador que hace las veces de alcalde en San Pedro dice que esos terrenos ni siquiera son propiedad de quienes los habitan); pero a largo plazo el corolario de todo esto será la expulsión de amplios sectores de población de lo que por generaciones ha sido su casa, su barrio y su tierra.
Los vecinos de la colonia Independencia tienen información referente a la futura creación del Distrito Nueva Independencia, y basados en la experiencia de los vecinos del Distrito Tec (organizados en el Frente en Defensa del Patrimonio Ciudadano), saben lo que eso significa: engaños, despojos, expulsiones, expropiaciones, privatización de los espacios públicos, mayor densidad demográfica, desplazamiento forzado. Ésa ha sido la lamentable experiencia de los vecinos de colonias como Alta Vista, Nueva España, Roma, Tecnológico y Estadio. Ellos se dicen engañados, en principio, por el Tec de Monterrey, institución que inicialmente los convocó para supuestamente dialogar sobre los problemas del sector para luego hacer pasar tales reuniones como una consulta que avalaba el proyecto Distrito Tec (uno más de los proyectos aprobados con inmediatismo por la penosamente recordada administración de Margarita Arellanes).

El Distrito Tec ha significado, entre otras cosas, apropiación de espacios públicos, ampliación o reducción de vialidades con el sólo fin de beneficiar a la actividad comercial, tala de árboles que a nadie estorban excepto a los desarrolladores, ampliación de los usos comerciales en zonas anteriormente consideradas habitacionales, construcción de edificios de departamentos y oficinas con la consecuente densificación de la zona. En resumen, se trata de una política urbana que los vecinos evidentemente no pidieron y que beneficia a quienes tienen la capacidad económica y política de desarrollar negocios para hípsters bajo el pretexto de “embellecer”, “modernizar” y “armonizar” el entorno urbano (son los brillantes espejitos que seducen al invadido). En una ciudad que materialmente se extiende cada día y en donde la movilidad es un problema cada vez mayor, la ubicación geográfica de la zona Tec o las colonias del cerro de la Loma Larga se han vuelto uno de los objetivos de empresarios codiciosos y voraces, quienes bajo el estandarte del emprendurismo (uno de los dogmas del sistema de ideas neoliberal –Harvey, 2010), están dispuestos a pisotear a quien sea necesario.
Se trata, a todas luces, de un ejemplo más de la acumulación por desposesión, descrita por el geógrafo David Harvey (2007: 116) como: “Un amplio abanico de procesos, que incluyen la mercantilización y privatización de la tierra y la expulsión por la fuerza de las poblaciones …; la conversión de varios tipos de derechos de propiedad (comunal, colectiva, estatal, etc.) en derechos de propiedad privada exclusivos; … los procesos coloniales, neocoloniales e imperiales de apropiación de bienes (incluidos los recursos naturales)…” Harvey remata, “El Estado, con su monopolio de la violencia y su definición de la legalidad, desempeña un papel decisivo en el respaldo y promoción de estos procesos…”.
21 de mayo de 2018
Sobre el movimiento de vecinos en resistencia al Distrito Independencia, véase la página: https://www.facebook.com/Colonia.Independencia.Monterrey/
Para leer un poco:
Autor: David Harvey. Título del libro: Nuevo Imperialismo. Publicado en 2007 por la editorial española Akal. ¿Cómo conseguirlo? Al menos en el Barrio Antiguo de Monterrey, el libro se consigue en la biblioteca del CIESAS (Morelos 822 casi esquina con Dr. Coss).
Autor: David Harvey. Título: Breve historia del Neoliberalismo. Para este texto se consultó la versión publicada en 2010 por la editorial francesa Syllepse. ¿Cómo conseguirlo? Existe una versión accesible por internet en: https://teoriaeconomicatercersemestreri.files.wordpress.com/2012/09/breve-historia-del-neoliberalismo-de-david-harvey1.pdf
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