Imposible imaginar lo que ha sido la semana que termina para las miles de persona que en un arrebato desesperado lo han abandonado todo. Atrás se queda la violencia y el miedo, la pobreza y la falta de empleo, la total desesperanza. Es cierto que lo que han dejado debe ser poco, la mayoría son pobres. Debe dolerles, sin embargo, dejar la tierra, el pueblo o el barrio. Por eso la caravana migrante marcha tras la bandera de Honduras en la que dos franjas azules realzan cinco estrellas restos de la bandera de la República Federal de Centroamérica de corta vida. Muchos van huyendo de un país en el que no se puede vivir pero se llevan la patria a cuestas.
Los migrantes que el pasado viernes llegaron a la frontera sur de México, salieron el 13 de octubre de San Pedro Sula, Honduras, con destino a los Estados Unidos, tras una convocatoria publicada en redes sociales. Originalmente el grupo estaba formado por cerca de 2 mil personas, pero fue creciendo al unírseles más hondureños, salvadoreños y guatemaltecos. A su llegada a la frontera las cifras calculadas eran de 4 mil personas que ya para el domingo eran 6 mil. Nunca había venido un grupo tan grande. Y es que como expresó una joven migrante: “Así en grupo, todos juntos, ya no tenemos miedo.” [i]

La caravana había avanzado con calma. Las cosas cambiaron cuando a lo largo del puente internacional que une México y Guatemala sobre el río Suchiate, la multitud se amontonó y empujo la valla de México rompiendo la puerta fronteriza. La policía federal mexicana fue violenta, bloqueó la entrada, empujó y lastimó sin miramientos, y lanzó bombas de humo mientras sobrevolaban drones y helicópteros. Desesperados por el cierre de la frontera algunos saltaron desde el puente y otros decidieron cruzar a nado o por el rio, sostenidos por una cuerda.

La crisis humanitaria fue evidente y se alzaron voces exigiendo respeto a los derechos humanos. Sin embargo, las autoridades mexicanas, consideraron el hecho como un “asalto a México”, mediante un acceso “irregular y violento” que demandaba el resguardo de la frontera y la aplicación del Pacto Global por la Migración para garantizar una migración “segura, regular y ordenada”. Desde entonces la posición del gobierno mexicano no ha variado: Solo podrán permanecer en México aquellos que porten sus “documentos de viaje y la visa correspondiente” o quienes de forma individual soliciten su reconocimiento como refugiados.
“México está haciendo el trabajo sucio de EE. UU., eso le encargaron y lo está cumpliendo a la perfección” dijo un activista. [ii] Tan es así, que Trump agradeció a México detener la caravana en la que vienen “curtidos criminales” aunque ahora, tras el ingreso a México de parte del grupo, las amenazas y los descalificativos han aumentado. No debemos permitir que los migrantes se criminalicen y sean discriminados. Tenemos que ser parejos y no aplicar a los centroamericanos las mismas descalificaciones prejuiciadas y las políticas agresivas que los Estados Unidos imponen a nuestros connacionales. ¿Por qué los personajes centrales en el manejo de esta crisis han sido la Comisión Nacional de Seguridad y la Policía Federal? Hoy se informa además que la Secretaría de Marina ha acudido en apoyo de labores asistenciales.

La situación en la frontera es confusa, tensa, peligrosa y cambia con celeridad. Habrá que mantenerse informados y oponerse a la política intransigente que ahora se sigue. Algunos defensores de los derechos humanos reclaman el reconocimiento colectivo del estatus de refugiados a todos los miembros de la caravana; otros, la emisión de visas de tránsito. Existen otras opciones éticas y legales que deben ser revisadas y negociadas por especialistas civiles con los propios participantes, para protegerlos y ayudarlos como nuestra Ley de Migración obliga. Por ello preocupa y avergüenza el juego de palabras que el Director de Resoluciones Migratorias expresó: «Serán retenidos, no detenidos; serán repatriados, no deportados». [iii]
La oposición de los mexicanos al confinamiento y a la adaptación o construcción de refugios, campamentos, albergues, donde se encierren a los migrantes en condición administrativa irregular con el fin de expulsarlos, debe ser muy clara. También debemos oponernos a que nuestros hermanos centroamericanos sean discriminados y denostados por su nacionalidad, su apariencia física o su clase social. En México, como ha quedado claro, se practica el racismo, la discriminación y la xenofobia; desde luego la segregación de los pobres, [iv] Habrá que exigir entonces que nuestra política migratoria vuelva a ser lo que fue: amable y generosa, ética y con la dignidad humana como eje central. Habrá que acompañar y apoyar de todas formas posibles a la Caravana Migrante.
22 de octubre de 2018
[i] Sandro Pozzi: Naciones Unidas pide no hacer política con la caravana migrante, 10 de noviembre de 2018.
[ii] Jacobo García: El muro empieza en el sur, 7 de febrero de 2017.
[iii] Blanche Petrich: INM conmina a migrantes a pedir refugio en México, 21 de noviembre de 2018.
[iv] Martina Cociña Cholaky: Arendt, el reconocimiento del Otro y la inmigración: el peligro de naturalizar la exclusión, 16 de octubre, 2018.
.. Cuando Donald Trump dice que quiere construir el muro, todos están pensando en el Río Bravo, pero el capital está pensando en el Suchiate, el Usumancita y el Hondo. En realidad el muro estará en México para detener a los que vienen de Centroamérica y esto tal vez pueda ayudar a entender por qué Donald Trump, el 1 de julio, saludó al Juanito Trump, que había ganado las elecciones en México. 21 de agosto 2018. Sub Galeano EZLN.
El sentido de un muro lo da su contraposición a “algo”. Todos los muros se erigen contra ese “algo”; llámense zombis, extraterrestres, delincuentes, indocumentados, migrantes, “sans papiers”, ilegales, clandestinos, ajenos. Los muros no son sino el símil de la puerta y las ventanas cerradas de una casa, que así se protege del extranjero, del extraño, del Alien que, en su diferencia lleva la promesa del apocalipsis final. Una de las raíces de la palabra “etnia” la remite a “la gente extranjera”…. 21 de agosto 2018. Sub Galeano EZLN
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