Vivimos en la cotidianidad de los males que asolan a México. Miles de muertos y desaparecidos, carencia de satisfactores básicos y pobreza extrema, desigualdad, corrupción, violencia que ha provocado el aumento de “la depresión, el estrés postraumático, el alcoholismo, la violencia sexual (…), la desintegración del tejido social, la desaparición de espacios de convivencia en la comunidad y la ansiedad permanente frente a la amenaza continua” (Juan Ramón de la Fuente, 2018), entre otros. El modelo globalizador, en cuyo seno se han desarrollado estos males, juega un papel importante. Y, ¿cómo y cuándo dio inicio la globalización?, ¿cuáles fueron los factores que posibilitaron su consolidación?, ¿qué ámbitos de la vida social ha impactado?
El antecedente del neoliberalismo globalizado es el liberalismo del siglo XIX, que en forma paulatina evolucionó conforme los lineamientos de los países desarrollados que expandían su dominio económico. Para mediados del siglo XX (posterior al gobierno del Gral. Lázaro Cárdenas), el modelo neoliberal globalizado determinaba ya la política federal. Su consolidación oficial, iniciada en 1992 con la reforma de la ley agraria y la firma del Tratado de Libre Comercio entre México, Canadá y Estados Unidos, fue reafirmada a través de las reformas estructurales propuestas y aprobadas por los partidos políticos que hasta la fecha han detentado el poder presidencial.
México abrió legalmente las puertas a un modelo de desarrollo que acentuó la dependencia en procesos económicos y culturales a la vez de “la influencia del país dominante sobre las instituciones políticas y los medios de información de la sociedad subordinada (a) las grandes empresas, incluidas las culturales” (García Canclini, 2000) y en el control de los mercados, constituyéndose en uno de los factores determinantes en el crecimiento de la globalización en nuestro país. Con el mismo grado de importancia –continua el autor- sin menoscabo al beneficio que ha traído a las ciencias, la medicina y la información ética, se encuentra el “desarrollo tecnológico, sobre todo los satélites y la informática, (que) contribuyeron a crear (…) un mercado económico y financiero mundial, donde la producción se desterritorializa”.
La globalización, plantea García Canclini, “vuelve obsoletas muchas restricciones aduanales, leyes de protección a la industria (y) obliga a reducir costos en cada lugar para poder participar en el mercado mundializado”. En este sentido, se observa el impacto sufrido en la pérdida del patrimonio nacional relativo al subsuelo (extracción de petróleo, gas, minerales), áreas naturales y ecológicas protegidas, territorios de pueblos indígenas, mantos acuíferos (mares, ríos, lagunas), las relaciones laborales transitan entre la inestabilidad laboral, los bajos salarios y la ausencia de prestaciones sociales. La apertura a empresas extranjeras ha afectado a pequeños y medianos empresarios nacionales y a comerciantes en pequeño. En otras palabras, se han impuesto políticas destinadas exclusivamente a hacer avanzar los indicadores monetarios, “las economías crecen y las sociedades se vienen abajo” (Lourdes Arizpe, 2004).

Este neoliberalismo económico-financiero se sostiene en actitudes y comportamientos sociales igualmente globalizados, en la sociedad mexicana, se observan coincidencias a las descritas por Rob Riemen (2017), en su análisis sobre la sociedad europea a la que llama sociedad kitsch, producto del modelo globalizador. Entre ellas menciona que la política deja de ser una plaza pública para el debate serio, la democracia se encuentra en crisis, la confianza en la política y en el gobierno ha disminuido; la economía está dominada por el espíritu del comercio que quiere ganar dinero a costa de todo lo demás y que exige a todos conformarse, ser competitivos, productivos, eficientes.
El sistema educativo, ha abandonado la tradición liberal de acercar al alumnado a materias humanísticas y culturales. Ha degenerado en un instrumento para la difusión de lo útil: conocimiento que es utilizable para la economía, ganar mucho dinero es lo más importante en la vida, Lourdes Arizpe redondea, “se ha socavado todo aquello con un valor inmaterial y que no genere dinero (…) el arte, nuestro patrimonio cultural, la atención a personas vulnerables”.

La cultura del consumismo a nivel internacional es un aspecto en el que investigadores académicos como García Canclini y Riemen coinciden. En su descripción, el consumismo es la pulsión constante a comprar y poseer como expresión de materialidad por el deseo de tener una identidad que podamos mostrar a tantas personas como sea posible, ¿qué tengo y cómo me veo?, se trata de actitudes que fusionan a consumidores de diferentes países homogeneizados a través de medios de información electrónicos o de otro tipo formando gustos y preferencias por artistas, música, deportistas, modas, etcétera. Y lo que es más importante, modelos de desarrollo que en nuestro país han generado y acrecentado los males que padece la sociedad.
¿Son estos males irremediables?, no lo son. Organizaciones ciudadanas que luchan por el cumplimiento de los derechos humanos, que exigen al gobierno dar cuenta de los miles de mujeres y hombres desaparecidos, por la equidad de género, la defensa ante las injusticias que sufren personas, pueblos y comunidades, la no discriminación a causa de las diferencias raciales, sexuales o políticas, el derecho de opinión de cualquier índole, la preservación ecológica, entre otros aspectos no atendidos por las autoridades. Se trata de ciudadanos que han elegido la vía de la democracia, la honestidad, el respeto a valores humanísticos y culturales, en esta fuerza organizada que va creciendo a un ritmo lento pero constante está cifrada la posibilidad de un cambio profundo.

12 de marzo de 2018
Bibliografía
Arizpe, Lourdes. “No hay economía sin sociedad y sin cultura”, Coloquio “Marginación y Pobreza”, Museo de Historia Mexicana, mayo 13 de 2004.
De la Fuente, Juan Ramón. “La sociedad mexicana es víctima de una gran dolencia´”, entrevista de Rodrigo Vera para la revista Proceso, 18 de febrero de 2018.
García Canclini, Nestor. “La globalización: ¿productora de culturas híbridas?”, Actas del III Congreso Latinoamericano de la Asociación Internacional para el Estudio de la Música Popular, 23 a 27 de agosto de 2000.
Riemen, Rob. “Para combatir esta era”, editorial Taurus, 1ª edición en lengua castellana, Ciudad de México, mayo de 2017.