Al menos que el arte nos salve / por Luz V. Gallegos Cantú

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Somos un país vibrante, innovador y lleno de talento.

¿Quién podría negar lo dicho en el minuto 3:32 del hueco mensaje que Enrique Peña Nieto dirigió a la Nación el pasado jueves 5 de abril[1]?

Escuchar de voz del Presidente que los mexicanos estamos unidos ante el extranjero que nos ofende, fue como haber estado presente un lunes en cualquier escuela oyendo cómo se entona el Himno Nacional Mexicano. Los honores a la bandera son un ejercicio cotidiano que contribuye en el mantenimiento de la ilusión de ser un colectivo: de pertenecer y estar seguros en el territorio compartido. No obstante, por experiencia sabemos que vivir en este país es permanecer en tensión, resistiendo la incertidumbre de que en cualquier momento alguien viole nuestra integridad física. Ni hablar de la salud mental.

El mismo día que Peña Nieto emitió su mensaje a la sociedad mexicana, en una conferencia de prensa realizada por la mañana, los padres de Marco Antonio Sánchez Flores nos ponían al tanto de la situación de su hijo, y exigían una actuación justa por parte de las autoridades[2]. Marco Antonio fue detenido y brutalmente agredido por policías de la Ciudad de México, y las secuelas del ataque sufrido lo mantienen en un estado de salud deplorable: la ansiedad ha invadido la vida de este joven de 17 años de edad.

Parecía una broma del destino. En un solo día se transmitieron dos mensajes muy diferentes; mientras que el Presidente hablaba de defendernos de el de afuera, los defensores de Marco Antonio se defendían del trato de los de adentro.

Pero quizá la quimera expresada por el primer mandatario (de que somos un país unido) haya sido un mensaje intencional: la honestidad podría ser mucho más dolorosa. Y es que para contener las vibraciones causadas por el temor y la impotencia ante los crímenes que los noticieros nos comunican diariamente, los spots del gobierno no son suficientes; las innovadoras formas de denuncia que han hecho los grupos organizados no son lo bastante contundentes para modificar la constante burla de las autoridades de las instituciones, quienes tienen el deber de velar por nuestro bienestar.

Peña tiene razón al reconocer que somos una sociedad llena de talento, y es que si nada nos salva de la corruptela, al menos que el arte nos salve de la honestidad.

¿Cómo nos sentiremos cuando la policía de la Ciudad de México relate lo que sus elementos le hicieron a Marco Antonio aquel 23 de enero? ¿Qué sucederá cuando la ansiedad se transforme en incontenible ira? ¿Qué será de nuestra ilusión cuando las declaraciones de los policías confirmen la desconfianza hacia las fuerzas de seguridad que supuestamente nos protegen?

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«Artilugios» de Juan Genovés.                                            Portada: Dibujo de Francisco, 6 años. Taller “Había una vez y muchas más”, coordinado por Mery del Castillo.

En un momento de protectora ingenuidad vale preguntarnos si es por nuestro bien que ellos, los que nos representan, nos mantienen en vilo respecto a las verdades que sostienen al país, esas verdades en las que el crimen está tan bien organizado que el Estado mexicano forma parte de él.

¿Es esto un manicomio sin muros?

Sublimar por medio del arte sea quizá la manera de desfogar aquello que nos consume desde el interior: del país y del cuerpo. ¿Fue eso lo que quiso decir Peña Nieto? Si no fue así, entonces su comunicado me fue incomprensible, y más aún los aplausos de los crédulos del mensaje presidencial. ¿Es ése el nivel de retórica que necesitamos los mexicanos? ¿El Presidente y sus asesores consideran que el Sistema Educativo Mexicano ha sido tan exitoso que un discurso de esa índole es suficiente para mantener la (tensa) paz social que gozamos?

Me quedo con lo que considero que sí tuvo sentido en el tiempo comprado por la Presidencia de la República: somos un país lleno de talento. Que sean esas capacidades las que nos salven de la violenta cotidianidad. Que la literatura, la música, la danza y la plástica sean los espacios que nos permitan atravesar la puerta que nos libere de la continua mofa de nuestras autoridades. Creamos y creemos, pues; al menos que el arte nos salve.

9 de abril de 2018

 

 

*

 

 

[1] https://www.gob.mx/presidencia/articulos/mensaje-del-presidente-enrique-pena-nieto-153374?idiom=es

 

[2] http://media.jornada.com.mx/ultimas/2018/04/05/ordena-cidh-medidas-cautelares-para-marco-antonio-sanchez-8871.html

 

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