La Mesa de Trabajo autonombrada “Las Mismas”, integrada por cuatro mujeres del asentamiento irregular de Torres de Guadalupe (al poniente del municipio de García, Nuevo León), se identifican por ser siempre las mismas que participan en todas las actividades de mejoramiento de su comunidad. Junto con voluntarios y promotores, coincidieron el sábado 25 de noviembre pasado, en el Encuentro de Comunidades de TECHO (organizaciones de sociedad civil (OSC) dedicada al combate a la pobreza a través del desarrollo comunitario con presencia en 5 comunidades en el Área Metropolitana de Monterrey). Ahí, los integrantes de las mesas de trabajo de cada comunidad compartieron los proyectos que hicieron entre vecinos, voluntarios y promotores a lo largo de este año, con el fin de buscar la empatía y reflexionar sobre las dificultades que fueron sorteadas para alcanzar las metas. Alma, vecina de la comunidad Riberas del Río 3, compartió la reflexión de que hay que organizarse a pesar de que haya pocos participantes, comenzando desde el interior de la familia. Así también Juany, vecina de Torres de Guadalupe, nos compartió que escucharnos como comunidad es indispensable. Además de hacer un reconocimiento especial y expresar lo mucho que se le quiere a las mujeres del Colectivo Las Victorias, destacando que su acompañamiento facilitó su empoderamiento, su propia autonomía, su autocuidado y su bienestar personal, para entender cómo se relacionan nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestro cuerpo; e hizo un llamado a que las demás comunidades las inviten y conozcan su trabajo.

TECHO Nuevo León fue un aliado estratégico del Proyecto Comunitario de Estufas Eficientes de leña en la comunidad de Torres de Guadalupe, donde se involucró aspectos sociales, culturales, éticos, y ambientales para satisfacer la cocción de los alimentos con leña, desperdicios de madera, tarimas y basura, que se encuentran aledaños a esta comunidad. El gas LP generalmente es inaccesible económicamente para la mayoría de los residentes, por lo que se busca que ambas tecnologías en caso de tenerlas, se complementen, y al mismo tiempo se propicie el empoderamiento de un espacio femenino dentro del hogar, como lo es la cocina mexicana. Para lograrlo, se crearon redes multidisciplinarias integradas por miembros de diferentes sectores sociales (investigadores, inversionistas, funcionarios públicos, colectivos, técnicos, académicos, fabricantes, empresas, OSC, activistas y la mesa de trabajo de la comunidad Las Mismas).
Los beneficios que brinda esta ecotecnia son: el menor consumo de leña, la reducción de la deforestación, la mitigación de emisiones de gas de efecto invernadero (GEI), la inversión menor de tiempo y dinero para conseguir leña, la prevención de padecimientos respiratorios, la reducción de la exposición al humo al ser expulsado de la vivienda, evitando su deterioro prematuro de esta y principalmente, la oportunidad de entrar al corazón del hogar, la cocina. Desde ahí somos invitados a reflexionar junto con las familias, las relaciones interpersonales, la alimentación, la nutrición, la educación, la salud e higiene, los roles de género, el uso de recursos, el medio ambiente y el fortalecimiento de los lazos afectivos, fomentando el diálogo al preparar los alimentos, al poner la mesa, al recoger o al limpiar. Es decir, el proyecto no está girando en torno a la tecnología, sino al desarrollo local, social, cultural y ambiental. Un caso de estudio en el que la tecnología se prioriza, sucede en esta misma comunidad. CAmbiental, una línea estratégica de Sociedad Sostenible A.C., construyó un “piloto de modelo constructivo” que se encuentra en condiciones de deterioro, abandono y desuso por falta de seguimiento, mantenimiento, remplazo de piezas y capacitación. Siendo un acto irresponsable y poco ético, construir prototipos sin conocimiento de la tecnología en el hogar de una familia que se encuentra en situación vulnerable y además justificar su abandono responsabilizándola por sus situaciones personales.
Además, se realizaron historiales de salud de las familias participantes a cargo del Dr. Carlos Díaz de Vivir para Saber A.C. Mediante un interrogatorio informal semi-estructurado, se obtuvo información directamente de los padres e indirectamente de las observaciones realizadas antes y después de la entrevista. Posterior a su primer acercamiento, nos recomendó replantear la estrategia inicial de evaluar el impacto en la salud respiratoria ya que la mayor área de oportunidad para estas familias es ahondar en el tema de la nutrición, ya sea por medio de talleres, consultas y un debido seguimiento para mejorar sus hábitos alimenticios. Esto tendrá un mejor impacto en la adopción de la nueva estufa.

En cuanto a la participación del Colectivo Las Victorias, recomendaron trabajar en un “espacio seguro” para poder dialogar con sus iguales, debiendo ser exclusivo de las integrantes mujeres, procurando su tranquilidad en esos momentos, en un ambiente de confianza entre iguales, donde las participantes pudieran expresar sus inquietudes, reflexiones y preocupaciones, para propiciar su autoconocimiento y ser empáticas aprendiendo de ellas mismas. En este espacio, coincidieron en querer tener más tiempo para ellas y encontrar estrategias para el cuidado de sus hijxs. Una de las inquietudes al principio, era saber de qué manera comunicarse con sus parejas, pero debido a la violencia que ejercen contra ellas, se desmotivaron y dejaron de desear mejorar la relación con ellos (seguimos acompañándolas en esta reflexión). Mientras esto sucedía en la sede comunitaria, los voluntarios preparábamos los alimentos en la casa de las beneficiarias utilizando la estufa eficiente de leña. Esto nos permitió alimentar a los hijos de las asistentes, dialogar con sus parejas, apropiarnos de la tecnología, comprobar los requerimientos de cocción de diferentes alimentos y empezar a sentar las bases para el taller de nutrición en familia.

La construcción de un espacio seguro donde dialogar, la atención de la contaminación intramuros y la nutrición familiar, fueron nuestras más grandes contribuciones. Las voces de mujeres como Alma y Juany, nos inspiran a transformar nuestra realidad, sin importar el número, nos convocan a organizarnos y participar desde el interior de nuestros hogares y nuestras comunidades.
4 de diciembre de 2017
(*) Alumno del Posgrado Doctoral en Ingeniería de Materiales, UANL.