Si nos atenemos a lo que personas cercanas al tan repudiado como amado por sus seguidores presidente de los Estados Unidos acerca de que no puede mantener su atención más de diez minutos, ha de haber sido toda una proeza prepararlo para dar su primer Discurso sobre el Estado de la Nación. Dicha preparación debió haber durado un par días, mismos en los que el presidente Trump estuvo alejado de su medio favorito de comunicación: Twitter. La víspera de este primer discurso, se comentaba en los noticiarios de la televisión por cable si el presidente se concentraría en leer el guion en el teleprónter o si le daría por improvisar. Trump sorprendió a todos y se ajustó al guion. El discurso, demagogia pura, fue escrito por el supremacista blanco, Stephen Miller, quien es asesor político de Trump y quien fuera el arquitecto de la ley ejecutiva para impedir el acceso a suelo estadounidense a ciudadanos de varios países musulmanes (una breve semblanza en inglés de S. Miller puede verse en Now This News.
En su primer informe a la nación, Trump reseñó los “grandes logros” de su administración que consistieron de una reforma fiscal —que favorece a los multimillonarios a costa de las clases media y trabajadora— y de la derogación de leyes y reglamentos ambientales, de inmigración, salud de las mujeres y la comunidad LGTB. Si bien, el discurso no fue largo (transcripción completa en CNN), gozó de incontables pausas para dar paso a la ovación de pie de orgullosos republicanos. El entusiasmo desmedido de los republicanos contrastó con la otra mitad de la audiencia. Así, hubo quienes no se pararon para aplaudirle al presidente y si lo llegaron a hacer, lo hicieron con un evidente gesto de desgano y apatía. Entre ellos estaba la primera dama Melania Trump, que nunca dejó su asiento para ovacionar a su marido y sus aplausos fueron los más lánguidos del precinto. Se rumorea que Melania está muy enojada con su marido desde que salió a la luz que el hombre tuvo una relación extramarital con la actriz porno, Stormy Daniels.
Como todo buen discurso demagógico, en el sentido de promover el sentimentalismo, Trump compartió las historias de algunos de sus invitados, mismas que le sirvieron para introducir y justificar su agenda de trabajo para el 2018. Así, por ejemplo, para abordar el tema de la inmigración y seguridad fronteriza, Trump dio cuenta del asesinato a manos de la Mara Salvatrucha de dos chicas de 16 años, Kayla Cuevas y Nisa Mickens, cuyos padres se encontraban en el precinto. Trump denunció que el MS13 encontró “fisuras” en las leyes de inmigración para poder adentrarse a territorio estadounidense y urgió al Congreso a revisarlas. Luego, dio cuenta de su plan migratorio que consiste de cuatro pilares:
1) Ofrecer “un camino hacia la ciudadanía estadounidense a 1.8 millones de inmigrantes ‘ilegales’ (sic) que fueron traídos por sus padres” con lo que estaría cubriendo casi tres veces más que la administración anterior (la de Obama). Permítame el lector hacer una pausa en este momento, antes de reseñar los otros pilares. A Trump se le ha acusado de decir mentiras, falacias, o de plano pecar de omisión. Por ello es que tiene pleito casado con la prensa liberal norteamericana a quienes acusa de difundir “falsas” noticias. Si lo que se dice no le es favorable a él, entonces, los acusa de mentir. Con respecto a su primer pilar, son aproximadamente 800,000 los jóvenes que podrían ser deportados a principios de marzo de este año, pues el mismo Trump revocó el programa DACA que los cobija y hasta el momento no se ha votado ninguna ley que los proteja. Al afirmar que casi está triplicando el número, el presidente exagera. 2) Reforzar la seguridad en la frontera con la construcción del muro, que ya no será pagado por México sino con los dineros del pueblo estadounidense. El pensamiento mágico en su máxima expresión, como si no hubiera túneles o escaleras para burlarlo. 3) Terminar con la visa lotería (Lottery Visa), curioso que no se refiriera a esta visa por su nombre Visa Diversidad (Diversity Visa). Este programa otorga 50,000 visas anuales a personas provenientes de países con poca población en la unión americana. El programa recibe 20 millones de solicitudes y se hace una selección aleatoria de las solicitudes aprobadas. Países como México, que tiene una fuerte presencia en EU —60% de los latinos son de origen mexicano—, no califican a este programa. 4) Terminar con las visas de familiares restringiendo las peticiones solo para emigrar a cónyuges e hijos menores de edad. Literalmente dijo que con esta visa los ciudadanos estadounidenses naturalizados pueden solicitar un número ilimitado de visas para parientes lejanos, lo que no es cierto, pues esta visa, en su estado actual, considera a familiares directos como padres y hermanos, además de cónyuges e hijos menores y mayores de edad si no están casados. En este punto la audiencia lo abucheó y el recinto se congeló momentáneamente.
Trump omitió en su discurso la intervención rusa en las elecciones presidenciales, así como de dar una explicación de por qué su administración decidió no aplicarle a Rusia las sanciones recomendadas por ambas cámaras, ni por qué no se han tomado medidas para evitar que algo similar suceda en el futuro.
Cada vez son más los ciudadanos comunes y organizaciones civiles que se suman a la resistencia. El día anterior al informe de Trump, la resistencia trasmitió vía Facebook Live desde el Town Hall de Manhattan su Estado de la Nación del Pueblo (People’s State of the Union) y cinco minutos después de leído su informe, se trasmitió en cadena nacional la respuesta de los demócratas. Joe Kennedy III, sobrino nieto de JFK, fue el elegido para darla. Desde Fall River, Massachusetts, Kennedy III arremetió contra la administración de Trump. “Esta administración —dijo— no solamente está atacando las leyes que nos protegen; sino que está atacando la mera idea de que nosotros somos dignos de ellas.” (Discurso completo aquí:). Kennedy, quien habla español, pues vivió en la República Dominicana, se dirigió a los jóvenes soñadores en castellano: “Ustedes son parte de nuestra historia. Vamos a luchar por ustedes y no los vamos a dejar.”
La respuesta en español al informe de Trump la dio la delegada de la Cámara de Virginia, Elizabeth Guzmán, quien criticó duramente el desmantelamiento de reglamentos sociales y ambientales. (Discurso completo aquí). El proyecto de nación de la resistencia es ambicioso, pues se trata, como lo afirmó Michael Moore, de “remover y reemplazar la cultura que engendró a Trump.” Este es un proyecto a largo plazo, el inmediato es ganar la mayoría de las curules en ambas cámaras en las elecciones del 6 de noviembre de 2018. Si los demócratas consiguen ganar la mayoría, el juicio de impeachment podría empezar. La resistencia sabe que la tarea no es fácil y no hay que bajar la guardia. Tienen enfrente a una administración que se vale de su puesto de poder para esta lucha que se inició en enero del año pasado. Los republicanos se están valiendo de ello. Así, emplearon el informe de Trump para recolectar dinero para hacer campaña. Por $35 dólares, los donantes podrían ver su nombre en la trasmisión del informe por Facebook Live. Hasta el momento, no se ha dado información de cuánto lograron recaudar. De lo que sí da cuenta la prensa es de los nuevos “enemigos” de Trump: el FBI y el fiscal especial Robert Mueller, pero esta es otra historia que la platicaremos luego.
Marshall, Texas, 1 de febrero de 2018